Tan pequeña; tanto por ver, tanto por aprender, tanto por vivir. Que injusto y cruel es este mundo, quitándole la vida, un ángel que aun ni siquiera había vivido, ni sentido.
No puedo entender que es lo que da orden a este desorden, por que la vida es una lotería, si es que lo es, por qué vivimos infiernos en vida. Qué han hecho sus padres para merecer esta desdicha, qué hizo una niña que apenas acababa de descubrir el mundo, que aun no había dejado salir su ser, ¿que ha hecho para merecerse no estar mas aquí?.
Puedo entender que el camino tenga un fin, al igual que un principio, pero no entiendo que hayan caminos tan cortos que apenas dejen dar tres pasos.
No me puedo imaginar el dolor de sus familias, de una madre que esperaba con ilusión la llegada de otro hijo, de su hermano, ahora no hay luz en su camino apunto de dar a luz a su segundo hijo. Un hermano que ha perdido una familia sin haberla conocido, vivirá con el dolor, con su ausencia, con una familia rota, rota porque se fue y nunca podrá ser remplazada.
Se me eriza el cuerpo entero al imaginarme tan cruel infortunio.
Mi pueblo sufre, sufre por una personita que por error, por destino o por ¡vete tu a saber!, se fue. Nos han arrebatado una vida.
San Blas, San Blas ahora siempre te acordaras,
siempre permanecerás,
siempre en nuestras memorias estarás.
Si existe cielo o algo mas después, espero que allí tu estés.
Te decimos adiós, un injusto adiós.
Que injusticia tan grande.
ResponderEliminarDe aqui nos lleva que hay que vivir la vida día a día dando gracias a lo que tenemos y alegrarnos por vivirla.
Lo sentimos mucho de corazón, que aún permanece encojido.
Hay que dar gracias, si. Porque afortunadamente esta historia, aunque me entristece, queda lejos, y estamos aquí para contarlo, para intentar explicarlo, pero es incomprensible.
ResponderEliminarPor suerte no nos han llamado a la puerta, todavía no; y espero que no nos llamen nunca. Pero me ha encogido el alma.