Nuestro rincon del Olivedo

Recuerdo aquellos días como de los más amargos vividos. Fue algo que se podía esperar pero no se esperaba en ese momento, en su momento más fuerte. Una enfermedad que venia persiguiéndole desde la adolescencia y de la que iba huyendo, victorioso, de ella.
Millones de carreras en San Fermín, sin que el toro pudiese pillarle. De hecho no le pillo, no ese toro.
Nos robaron la vida de Miguel, lo consumieron tan rápido como se consume un cigarrillo, lo dejaron indefenso, en las cuerdas, haciendo equilibrios, debatiéndose entre la vida y la muerte.
Sin apenas poder despedirnos, tras el cristal lo vimos. Ese día supe que seria la última vez, era una adiós, en lo más profundo lo intuí. Y así fue, no tuvimos la oportunidad de hablarle, pero al menos él si pudo leer nuestro cariño. Recuerdo aquellos días crueles, dolorosos, como si nos arrancaran un trocito de nosotros. Tan joven, tan surrealista, tan duro decirte adiós aquel 16 de julio del 2007.
La aceptación de que seres queridos se vayan por ley de vida, por vejez, hace que el dolor se apacigüe, aceptas que vivió su vida, que tuvo su oportunidad, sus etapas, y como si de un cuento se tratara sabes que llega el fin. Duele porque sabes que nunca más lo veras, nunca más habrán momentos compartidos. Hace daño pero es un dolor en paz, un dolor sosegado que en el fondo venias aceptando. 

Pero cuando alguien joven se va, alguien que tenia todo por delante, un amigo, aferrado a la vida. Es muy difícil de aceptar, es algo que te arrancan de muy dentro y hace daño sin consuelo. Una vida arrebatada a alguien con tanto por vivir, alguien aferrado a la vida.
Nos quedan aquellos momentos que compartimos, aquello que vivimos, que disfrutamos.
En aquel Rincón del Olivedo, allá en el norte, donde los ríos son rojos de tinto, donde los inviernos son blanquecinos, como tantas veces nos contabas. Siempre quisiste enseñarnos tu rincón pero nunca imaginamos que iríamos para despedirte.
Siempre permanecerás en nuestros corazones.

2 comentarios:

  1. Gracias y mil gracias siempre os recordaré por haber estado en sus momentos más duros.Aunque hayan pasado los años leer esto me llega al alma.

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Gracias por tu comentario ;)