Miro y desde mi perspectiva las cosas se ven distintas, el tiempo va lento a veces, solo si yo decido que lo haga, otras cuando no decido nada va rápido, apenas me doy cuenta y pasa. Somos tantos en el mundo que me parece fascinante pensar como piensan otros, como sienten, como viven. Me resulta curioso que seamos tan semejantes, tan distintos.
Una chica llora en aquel banco, me pregunto que le pasará,
en la televisión un testimonio habla de la muerte de una chica, las lagrimas
acuden, son tan sinceras. Expresan aquello que tu alma siente. Alegría,
tristeza, dolor, admiración.
Hay gente que somos mas propensos a llamarlas, ¿somos mas
débiles? No, no lo creo, somos quizás mas sensibles a lo que la gente siente, a
lo que sentimos, a lo que nuestro cuerpo siente y nuestro cuerpo reacciona,
podemos expresarlo.
Recuerdo que hace mucho tiempo me daba vergüenza ver una
película en la que sabia que me emocionaría. En el cine o en casa si había alguien, porque sabia
que me haría llorar, y me daba corte que los demás supieran que lloraba. Creía
que era un síntoma de debilidad, pero al cabo del tiempo comprendí que era una
característica mía y que no era vergonzoso llorar, no es vergonzoso sentir y
expresarlo. No indica ser débil. No quiero decir que los que no lloren no
sientan, solo que no lo expresan igual.
¿Sabéis lo que es empatía? Pues a eso me refiero, tengo una
alta dosis de empatía con los que me rodean, a veces tengo que desenchufarla
para que no acabe haciéndome daño. Pero otras es solo momentánea, me llega un
mensaje, una frase, unas palabras alguien que no conozco, un telediario, una
historia de una amiga, una película. Da lo mismo, capto el sentimiento que
siente, el dolor, la alegría, la admiración, la intensidad, lo que sea, y sencillamente la siento. A veces
siento dolor, y no es agradable, otras siento emoción y me gusta. Pero me guste
o no lo siento.
La empatía es algo que unos tenemos y otros no, quizás sea
un don o no, pero siento que es algo que me gusta, que me conecta con el mundo,
con las personas, y me da la habilidad de poder entender mejor algunas cosas,
incluso saber afrontarlas.
Y quizás es ello lo que a veces me haga escribir cosas que
no me pasan a mi, cosas que siento a través de los demás. Cosas que veo en la
televisión, en una película, en un libro, que le pasó a un amigo. Da lo mismo,
porque acabo sintiéndolo yo también.
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